“La erosión del suelo fértil, la deforestación de los grandes bosques, contaminación del aire, pérdida de vida salvaje e insectos, la acidificación de los oceános, son problemas acelerados por un modo de vida que, en la parte más rica del mundo, vemos como un derecho”, afirmó Greta Thunberg ante el Parlamenteo Europeo 2019.
Greta Thunberg con la fuerza de los datos y la decisión personal, ha surgido como una gran voz en el desierto tocando el punto medular de la destrucción del planeta Tierra a manos de la especie humana. Es una muchacha heroica y ejemplar que con valentía le ha dicho sus verdades al mundo en los foros internacionales. No tenemos un Planeta B, no todos seremos multimillonarios para pagar un boleto a Marte y colonizar otros mundos. Esto es nuestro hogar, el paraíso que Dios nos diseñó a nuestra medida.
De acuerdo con los argumentos y cálculos de Greta, alrededor de 2030 se desatará una reacción en cadena ecológica que devendrá en el fin de la civilización tal como la conocemos. Otras formas de sociedad y de comunidad deberán de crearse para hacer frente al caos de basura y desechos que consumirá a la humanidad. Otros paradigmas de beneficios económicos deberán ser establecidos para dar cabida a una responsabilidad total con el medio ambiente. La prioridad no será el beneficio monetario, sino el beneficio comunitario y ambiental. La riqueza no estará disponible en los bancos, sino afuera, en nuestro entorno, en los bosques, en las aves en el cielo y en los ríos de aguas cristalinas.
Sin embargo, esto ya lo anunciaba Dios desde hace miles de años:
Leamos Apocalipsis, capítulo 21: 1 Luego vi un cielo nuevo y una tierra nueva -porque el primer cielo y la primera tierra desaparecieron, y el mar no existe ya.
5 Entonces dijo el que estaba sentad en el trono: “Mira que hago nuevas todas las cosas”.
No es necesario colocarse detrás de la Ciencia como el nuevo Dios, ya el Verdadero Dios lo ha anunciado hace mucho tiempo atrás, lo que pasa es que no lo escuchamos a El y no actuamos conforme su voluntad. Queremos actuar conforme nuestros datos y nuestra ciencia y darnos nosotros los que nos autollamamos “activistas” el crédito de las luchas.
No sabemos a ciencia cierta cómo serán los acontecimientos que se producirán en cadena hasta la extinción de este sistema económico global, solo que hay detrás muchas fuerzas espirituales malignas queriendo apoderarse del crédito de la felicidad humana, cuando es al Dios Altísimo de los cristianos, Jesucristo y la Virgen María y todos los mártires a quienes debemos agradecer.